La variada flora de la cordillera es correspondida por una importante fauna, tal vez la más rica de la península. Aquí se encuentran diversas especies de ungulados, y por supuesto, la mayor población de osos pardos, que aunque muy mermada continúa campeando por zonas poco pobladas. También podemos hablar del lobo, zorro, gato montés, y una gran diversidad de aves. En lo referente a los predadores, aquí se encuentra la más completa representación de estos en Europa.
Los animales:
El rebeco: en otoño baja al bosque para alimentarse, de todas maneras son posibles de ver incluso en praderas bajas como por ejemplo en Fuente Dé. Son auténticos equilibristas de las alturas desde donde nos brindan sus espectáculos de carreras y saltos. Suelen ir en grupos grandes, aunque también son fáciles de ver en solitarios.
El oso: en tiempos el oso estuvo en toda Europa hay unos mil ejemplares El ciervo: dentro de los ungulados que habitan la cordillera es necesario es destacar al ciervo que aunque es frecuente en toda la península, aquí cuenta con importantes poblaciones, algunas de ellas reintroducidas con éxito. Codiciada pieza de caza mayor, su cuerna y tamaño, (algunos machos pueden alcanzar los 180 kilos de peso) le hacen inconfundible.
Vive en manadas, y el período reproductivo comienza en septiembre y finaliza a mediados de octubre, es conocida en esa época la berrea, que es el bramido de los machos para llamar a las hembras. En ese momento se entablan peleas entre ellos para determinar al dominante y cubrir a las hembras.
El urogallo: ave mítica de los bosques europeos, la española es una subespecie de tamaño más pequeño. Es agraciadamente se encuentra en peligro de extin ción, ya que siempre ha sido una pieza codiciada por los cazadores; aunque no solo la caza es la culpable de su disminución, sino más bien y como en todas las especies, la desaparición paulatina de su hábitat.
