Perdidos en El Bosque
Yo me llamo Carlos, el verano pasado, cuando fui de vacaciones con mis padres, lo pasÉ muy mal porque fui a Somiedo y me perdí, me perdí en un bosque de hayas. El bosque era muy oscuro, tan oscuro como la noche y aquello era como meterse en un laberinto.
Allí, en el bosque de hayas me encontré con animales muy bonitos y todo era precioso, pero lo que no me pareció tan precioso fue que un día intentando salir del bosque se me hizo de noche y me encontré con una capa mágica.
Yo le pregunte asustadizo:
-¿Quién eres?
Él respondió enfadado:
-Yo soy el guardián del bosque, si entras más para dentro del bosque encontrarás a unos fantasmas que te chuparán el alma.
Yo le dije con valentía:
-Eso es mentira, yo sí me atrevo a entrar ahí donde dices que hay fantasmas.
Yo penetré en el bosque y, de repente, vino un fantasma y me chupó el alma, pero no me había matado porque la capa mágica me dio un "anti-chupa-almas". Quedé inconsciente una media hora y el fantasma pensó que estaba muerto. pero no lo estaba. Pasó la media hora y los fantasmas se fueron.
-¡Dime ya por donde es la salida! -le dije a la capa mágica.
Ella me dijo:
-Por ahí.
Ahí estaban mis padres, yo pensaba que había pasado una semana, pero en realidad sólo había pasado media hora.
Les dije muy convencido a mi padre y a mi madre:
-Yo no vuelvo a Somiedo
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